Canalizando la salud y la enfermedad: iones a la carga
Por: Dr. Francisco Javier Camacho Arroyo fcamacho@cinvestav.mx
Fecha de publicación: 23/12/25
Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM con Maestría y Doctorado en Fisiología (Cinvestav, IPN) y miembro del SNII Nivel 3. Ha realizado estancias y colaborado con extraordinarios grupos de investigación en Alemania, Canadá y Ecuador. Se incorporó al Cinvestav en el año 2001 estableciendo de manera pionera en México la investigación de canales iónicos como marcadores tempranos de diversos tipos de cáncer. Su trabajo en equipo ha propuesto elementos de diagnóstico y terapias para varios cánceres con miras a la investigación traslacional y ha resultado en la formación de recursos humanos, publicaciones, patentes y reconocimientos.
Desde los organismos unicelulares hasta el más complejo de los sistemas vivos e inclusive diversos virus poseen proteínas que contienen poros y permiten el paso de partículas con carga eléctrica: los canales iónicos.
Sin la menor duda, al leer sobre cargas eléctricas se nos viene a la mente la estimulación con electrodos en el músculo de la rana y los choques eléctricos que hace más de 100 años se aplicaban a personas para aminorar los síntomas de alguna condición neurológica.
Sin embargo, la diversidad, la complejidad estructural y principalmente el rol de los canales iónicos van mucho más allá del par de ejemplos arriba mencionados.
Los canales iónicos están presentes en todos los tipos celulares y permiten detectar cambios de temperatura, rigidez mecánica, nivel de acidez, presencia de neurotransmisores y hormonas, diferencias de voltaje entre el interior y exterior de las células, así como diversas moléculas en nuestro sistema sensorial incluyendo aquéllas que le dan sabor a nuestros platillos como componentes del chile y compuestos que le dan el olor a las flores. La detección de dichos estímulos de parte de estas proteínas origina el movimiento de sodio, potasio, calcio y cloruro hacia el interior o exterior de las células e inclusive en los organelos de las mismas como son las mitocondrias y el retículo endoplásmico.
Todo proceso fisiológico del ser humano involucra la participación de canales iónicos incluyendo la contracción del corazón, de los músculos de nuestras extremidades, movimientos intestinales, el funcionamiento cerebral, la regulación de los niveles de glucosa en sangre, el movimiento de espermatozoides y el funcionamiento nuestros cinco sentidos.
Debido a su papel esencial y permanente en la funcionalidad de nuestro cuerpo, cuando existen alteraciones en la actividad de los canales iónicos, diversas funciones del organismo se afectan alterando de manera significativa la vida diaria de los seres humanos. Algunas de estas alteraciones originan enfermedades para las que no se ha encontrado alguna cura, pero en otros casos la farmacología ha jugado un rol extraordinario y existen diversos medicamentos que permiten controlar el avance de alguna enfermedad teniendo como mecanismo de acción regular la actividad de algún canal iónico.
Se calcula que más de la tercera parte de los medicamentos autorizados tienen como blanco a algún canal iónico.
En otras palabras, se han invertido décadas en la investigación de canales iónicos en la salud y la enfermedad lo que a su vez ha arrojado ganancias de miles de millones de dólares a las compañías que han decidido aventurarse en invertir en el campo de canales iónicos para el tratamiento de enfermades y principalmente, dichas investigaciones han ayudado a brindar una mejor calidad de vida a miles de pacientes en el mundo.
Entre algunos de los muchos ejemplos de enfermedades en las que el tratamiento puede incluir medicamentos que regulan la actividad de canales iónicos se encuentran la diabetes, la epilepsia, la fibrosis quística y las arritmias cardíacas. Sin embargo, el papel de los canales iónicos en diversas enfermedades cada vez toma más auge y se sabe por ejemplo que varios canales iónicos tienen el potencial de ser utilizados como herramientas en el diagnóstico, pronóstico y en el tratamiento de diversos tipos de cáncer.
Referencias
Hille, B. Ion channels of excitable membranes. 3rd edition, 816 p, 2001.Sunderland, Mass. Sinauer Assoc.
Ashcroft, F. M. From molecule to malady. Nature. 2006;440(7083):440-7.
Pardo, L. A.; Stühmer, W., The roles of K(+) channels in cancer. Nat Rev Cancer. 2014, 14 (1), 39-48.

